jueves, 13 de septiembre de 2012



Florbela Espanca, la poetisa del amor


Cuando pensamos en poemas de amor casi todo el mundo, invariablemente, piensa en Pablo Neruda famoso precisamente por sus Cien Poemas de Amor y una Canción Desesperada. Pero, ¿existe una contraparte femenina para este título de “poeta del amor”? Creemos que sí.
Florbela Espanca es una poetisa portuguesa de principios del siglo XX. Conocida en el país vecino como “la poetisa de la saudade”, la realidad es que sus versos tienen como tema principal el amor en todas sus variantes. Femenina, coqueta, inteligente y apasionada, Florbela Espanca fue una mujer adelantada a su época que tuvo que soportar la incomprensión del mundo que la rodeaba. Casada en tres ocasiones, lo que para la época y mentalidad del Portugal de aquellos años era todo un insulto descarado, conoció en carne propia los desengaños amorosos y el dolor del abandono. Su amor por las letras nació casi al mismo tiempo que ella y ya con ocho años escribía sus primeros versos.
De espíritu aventurero y soñador, la vida no le permitió poner alas a sus sueños y volcó sus ansias de libertad en el papel. Fue la primera mujer en Portugal que cursó estudios de Derecho y el poeta luso Fernando Pessoa la llamó “alma soñadora, hermana gemela de la mía”. De naturaleza enfermiza, pasó toda su vida sufriendo por su delicado estado de salud que no le permitía realizar grandes esfuerzos. Sin embargo y aunque también encontramos referencias al dolor e incluso a la muerte en su obra, sus poemas, así como sus cartas, revelan una mujer enamorada de la vida y del amor. Su estilo venusino y evocador la eleva a la categoría de la propia Safo, como se ve en el poema “Paseo en el campo”

¡Amor mío! ¡Mi amante! ¡Mi amigo!
Coge la hora que pasa, la hora divina,
¡Bébela dentro de mí, bébela conmigo!
¡Me siento alegre y fuerte! ¡Soy una niña!

Yo tengo, Amor, la cintura esbelta y fina…
Piel dorada de alabastro antiguo…
Frágiles manos de madona florentina…
-¡Vamos a corres y reír por entre los trigos!-

Hay encajes de gramíneas por los montes…
Amapolas rojas en los trigales maduros…
Agua azulada cintilando en las fuentes…

Y a la vuelta, Amor… convirtamos, en las alfombras
De los caminos salvajes y oscuros,
¡En un astro sólo nuestras dos sombras!



No me digas adiós, ¡oh sombra amiga!,
Ablanda más el ritmo de tus pasos;
Siente el perfume de la pasión antigua
¡De nuestros buenos y cándidos abrazos!
Soy la dueña de místicos cansancios,
La fantástica y extraña niña
Que un día quedó presa en tus brazos…
¡No te vayas aún, oh sombra amiga!
Tu amor hizo de mí un lago triste:
¡Cuántas ondas riendo que en él no oíste,
Cuánta canción de ondinas allí en el fondo!
Espera…espera… oh sombra amada…
Mira que más allá de mí ya no hay nada
¡Y nunca más me encuentras en este mundo!…


Quiso Dios otorgarme el mágico don de ser sensible
Como el diamante a la luz que lo ilumina.
Darme un alma fantástica, imposible:
–¡una danza de color y fantasía!
¡Quiso Dios hacer de ti la ambrosía
De esta pasión extraña, ardiente, increíble!
Erguir en mí la antorcha inextinguible,
¡Como un cincel grabando una agonía!
¡Quiso Dios hacerme tuya… para nada!
–Vanos, mis brazos de crucificada,
¡Inútiles, esos besos que te di!
¡Anda! ¡Camina! ¿Hacia dónde?… pero ¿por dónde?…



¡El mundo me quiere mal porque nadie
Tiene alas como yo las tengo! Porque Dios
Me hizo nacer Princesa entre plebeyos
¡En una torre de orgullo y de desdén!
¡Porque mi reino queda más Allá!
Porque traigo en mi mirada el vasto cielo,
¡Y porque oros y resplandores son todos míos!
¡Porque Yo soy Yo y porque Yo soy Alguien!
¡El mundo! ¡¿Qué es el mundo, oh amor mío?!
El jardín de mis versos todo en flor,
La mies de tus besos, pan bendito,
Mis éxtasis, mis sueños, mis cansancios…
Son tus brazos dentro de mis brazos:
¡Vía Láctea cerrando el Infinito!…

NERVIOS DE ORO
Mis nervios, cascabeles de oro que tintilan
Cantan en mi alma la extraña sinfonía
De la voluptuosidad, del dolor y la alegría,
¡Que me hace reír y me hace llorar!

En mi cuerpo estremecido, sin cesar, 
¡Agito los cascabeles de oro de la locura!
La Quimera, la Locura, la Fantasía,
¡En un rubro torbellino Las siento pasar!

El corazón, en una imperial entrega,
¡Lo yergo hacia lo alto! Y, sobre mi mano,
¡Hay una rosa de púrpura, entreabierta!

Y en mí, dentro de mí, vibran dispersos,
Mis nervios de oro, espléndidos, que son
¡Todo el Arte supremo de mis versos!




Citas

“Mira que la única manera de ser feliz en la vida, principalmente los seres como tú, de una gran sensibilidad, de una imaginación extraordinaria, la única manera es construir una casa muy dulce, lleno de luz donde, lejos del mundo, se pueda amar, se pueda trabajar, se pueda vivir.”
“Nací sensible y así he de morir, muy probablemente… somos lo que somos y no lo que queríamos ser; no crees? Tienes que aceptarme como soy vista, que solo así yo creo que me puedan amar.”
“Lástima es no haber un manicomio para corazones, pues para cabezas hay muchos.”

“No soy buena ni quiero serlo, me conformo en despreciar casi todos, odiar algunos, estimar raros y amar uno.”

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